El Tricolor, una pasión

DE FESTEJO...

UNA CARAVANA INOLVIDABLE

Como si no hubiese bastado aquel recibimiento sin precedentes cuando el equipo llegaba con el título del Apertura desde Caseros y una multitud lo esperaba en el Parque Quirós, o sin ir más lejos la brutal caravana del miércoles, tras llenar gran parte del estadio de Ñapindá, saliendo desde el Norte y recorriendo las calles céntricas con camiones, camionetas, autos, motos y hasta gente corriendo.

Faltaba algo, algo más organizado. Por eso el sábado después de las 20 el club empezó a tomar color, la lluvia no apagó el fuego sino que le dio un toque mágico y se produjo una manifestación histórica por toda la ciudad. Grupos de hinchas en varias camionetas y sheep, autos por doquier, motos en todos lados, y nada menos que el plantel de jugadores en un tren alquilado para la ocasión...

Al llegar a 12 de Abril y Lavalle, la esquina clásico de los festejos, las miles de personas que estaban ubicadas en las confiterías se admiraron por un poder de convocatoria y festejo tan grande. Ahí se bajaron todos a cantar, a desahogarse y a desplegar una fiesta de bengalas y fuegos de colores que se instaló en las retinas desde ese sábado y no saldrá jamás.

La caravana duró casi 2 horas y pasó por las principales arterias de la ciudad, inclusive por la sede del rival de siempre, la lluvia no fue impedimento y en el regreso al club se desató la fiesta con fuegos artificiales dentro de la cancha y una nueva vuelta olímpica del plantel. El resto estuvo a cargo del grupo Prisioneros, con una movida tremenda y una fiesta que siguió hasta el amanecer...

Pero esto no terminó acá. El sábado 18 de diciembre será la Cena de los Campeones en el tinglado del club y con la presentación de Capelina...